Estamos a la puerta de un nuevo aƱo, y puede ser ya
el momento oportuno de comenzar a hacer
un inventario de lo que hasta este dĆa hemos alcanzado, ya sean estos logros
materiales o espirituales.
Es una realidad inevitable que en nuestras sociedades, todo Ć©xito es medible solamente basado en una mejora de la economĆa, de un individuo en particular o de una escalada en el peldaƱo del reconocimiento de popularidad de una empresa. QuizĆ” estemos creyendo que hemos obtenido excelentes logros, y lo basamos simplemente al evaluar nuestro patrimonio y tomamos como parĆ”metro la condiciĆ³n material inicial, pues lamentablemente toda nuestra vida gira alrededor de los bienes materiales que poseemos.
Es una realidad inevitable que en nuestras sociedades, todo Ć©xito es medible solamente basado en una mejora de la economĆa, de un individuo en particular o de una escalada en el peldaƱo del reconocimiento de popularidad de una empresa. QuizĆ” estemos creyendo que hemos obtenido excelentes logros, y lo basamos simplemente al evaluar nuestro patrimonio y tomamos como parĆ”metro la condiciĆ³n material inicial, pues lamentablemente toda nuestra vida gira alrededor de los bienes materiales que poseemos.
La parte espiritual es la que menos interesa al
mundo, existe el desinterƩs de evaluarnos a nosotros mismos cuanto hayamos aprendido de las pruebas que hemos
experimentado a lo largo de este aƱo o cuanto nos parecemos a Cristo segĆŗn la
paciencia que hayamos adquirido y cuanto
hemos crecido en el conocimiento de Dios, tal y como nos aconseja su Palabra:
“Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento
de nuestro SeƱor y Salvador Jesucristo…” 2Pe 3:18a (Rv 60)
Ahora bien, si ya hemos sido bendecidos en lo
material de parte de Dios en este aƱo ¿Hemos crecido en el Ć”rea espiritual lo
suficiente tal y como debe serlo todo cristiano?
De no ser una respuesta
afirmativa, creo que pudiera todo creyente proponerse como objetivo en este aƱo
que se encuentra a la vuelta de la esquina el crecimiento de su Fe, de ser un mejor discĆpulo de Cristo o de convertirnos en
mejores siervos de oraciĆ³n por nuestras familias, por nuestras ciudades y
porque no, interceder por el creciente caos que el mundo vive en la actualidad
Los encabezados de los
principales medios de noticias, nos han puesto en alerta al hablarnos de un
precipitado incremento de la violencia (no solamente a nivel local sino
mundial), las enfermedades que ya han cobrado la vida de miles de hombres, mujeres y niƱos y como olvidar las guerras en las que
no hay ganador sino que solamente dejan tras sĆ destrucciĆ³n, hambres y estĆ”n acabando con la tranquilidad de decenas
de familias que tienen que dejar su tierra para no quedar en manos de enemigos
que sin piedad acabaran sus generaciones.
Ahora que lees esto
puedes darte cuenta que tienes vida, que quizĆ” no tengas lujos, pero tienes lo
suficiente para estar resguardado en tu hogar, puedes aun respirar y esto es una gran bendiciĆ³n de Dios. ¿No lo
crees?, asĆ que te invito a que antes que se termine el aƱo 2014, juntos le
demos gracias a Dios por la vida que nos ha proporcionado, pues no sabemos si
estas palabras puedan ser las que Dios quiere que recuerdes y le agradezcas por
cada segundo que palpita tu corazĆ³n.
Despierta oh Dios el corazĆ³n de
cada ser viviente, para que cada dĆa que pasa no olvide de agradecerte por los favores de los que de ti se ha beneficiado.
Daniel H.
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