Este año  2014 que está a punto de finalizar lo enfrentamos con muchos desafíos por delante puestos a manera de muralla, enfermedades que se veían venir como un mal que llegarían a cualquier familia de cualquier estatus social , violencia en las calles que acabarían con la muerte de más de alguno y llevarían  luto en muchos hogares  en cualquier lugar, familias separadas por ideologías o por pensamientos   que acabaron como  siempre en  separación y  en algunos casos la infidelidad trajo  sus consecuencias y le pasaron su factura a muchas parejas quienes no tuvieron otra alternativa humana  y  terminaron como siempre  en divorcios , y que más decir del más grande problema que enfrentamos en nuestro propio ser, y que fue el constante ataque sin precedentes que sutilmente fue orquestado por el enemigo y es: “La tibiez espiritual que día a día termino  con más creyentes caídos en el campo de batalla que en otros periodos del cristianismo”.
Pudo haber sido ocasionado por el  poco  o ningún compromiso que tuvo que habernos conducido más al temor de Dios, o simplemente porque nos hizo falta a alguien que se levantar  como  el profeta Elías  quien solicitaba al  pueblo de Israel  que desistiera de su constante idolatría y se decidiera por servir a Dios (1ª. Reyes 18:31), y es que mi querido lector nos hemos volcado a una “idolatría” sin tener delante una imagen, para reverenciarla como lo hacia el pueblo  en ese tiempo o como cuando ellos mismos las fabricaban llamándoles dioses, pero si hay algo que ha caracterizado al mundo sin excepción alguno y  es que se ha cambiado a Dios por aquello a lo que le dedicamos más tiempo y que no agrega en nada  ningún valor a la  Vida eterna que tenemos por delante.
¿Qué te trajo este año? ¿Cambiaste a Dios por algo que no te deja sino más vacío que antes? ¿Cuánto de tu tiempo le dedicas a tu Dios?, si no has sido capaz de controlar aquello que cada día te exige más y más de tu tiempo, es probable que te encuentres en el mismo estado que el que se encontraba el pueblo de Israel.
La bendición es que ahora podemos decir como dijo el Profeta Samuel: “Hasta aquí nos ayudó Jehová” (1ª. Samuel 7:12) y ahora quiero que medites todas y cada una de la  muestra de amor de Dios y  de su paciencia para contigo y que este próximo año que se acerca tú puedas servirle mejor, recibirlo con mucho optimismo y que todo  lo que  en este año no lo hiciste bien, sino solamente pensaste en tu propia satisfacción sea tu punto de partida para que al iniciar el año 2015  tú le puedas decir con toda tu corazón : “Gracias porque todo lo que tengo y todo lo que he alcanzado en este año te lo debo a ti, pues hasta aquí me has socorrido, quiero ser mejor y que tu Espíritu me fortalezca para vivir por agradarte a ti”.
Dios bendiga tu vida en este nuevo año.



Daniel H.

Publicar un comentario

Con tecnología de Blogger.