Abraham:  Padre enaltecido    (  ×ַבְ×Øָהָם    ab-raw-hawm' ) 
Abraham y Sara su mujer pensaron que habia algo imposible para Dios.
       

Su nombre fue alterado por Dios, que lo llamĆ³ ABRAHAM. No se conoce una explicaciĆ³n etimolĆ³gica del cambio de Abram a Abraham. El texto comenta asĆ­ este cambio: «porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes». En este nombre (Abraham) se asegura la bendiciĆ³n de los gentiles.

La familia de Abraham moraba en Ur de los caldeos, y eran todos idĆ³latras (Jos_24:2). Con el paso del tiempo, las naciones, descendientes de NoĆ©, habĆ­an dado la espalda al conocimiento de Dios, y Dios, en consecuencia, los habĆ­a entregado a una mente reprobada; en el desarrollo del sistema pagano, se pervirtieron y oscurecieron muchas verdades originalmente transmitidas por la lĆ­nea de los antiguos patriarcas, y se pervirtieron todas las relaciones naturales que Dios habĆ­a creado (Rom_1:18-32).

De este estado de cosas, Dios llamĆ³ soberanamente a Abram a que dejara no solamente la naciĆ³n idolĆ”trica a la que pertenecĆ­an sus antepasados, sino tambiĆ©n a su familia y a la casa de su padre. DebĆ­a dirigirse a una tierra que Dios le mostrarĆ­a. Por su respuesta de fe, vino a ser el padre de los creyentes, y el amigo de Dios.

(a) Su vida:

Contaba con 75 aƱos de edad cuando recibiĆ³ la palabra de dirigirse a CanaĆ”n (GĆ©n_12:4), y la promesa de que los que le bendijeren serĆ­an bendecidos, y malditos los que le maldijeren; y que en Ć©l serĆ­an benditas todas las familias de la tierra (GĆ©n_12:3). En Ur de los Caldeos se habĆ­a casado con Sarai. Fue despuĆ©s de la muerte de su hermano HarĆ”n que Abram partiĆ³ de Ur con su esposa; partiĆ³ para HarĆ”n; obedeciĆ³ sĆ³lo parcialmente al principio, por cuanto saliĆ³ con su padre y su sobrino Lot, y permaneciĆ³ varios aƱos en HarĆ”n, hasta la muerte de su padre. A partir de entonces, parece que Abram empieza a obedecer. Dios le repite la orden en HarĆ”n. Pero otra vez su obediencia no fue total, pues se llevĆ³ consigo a Lot. No serĆ” hasta la separaciĆ³n de Lot que empezarĆ”n a cumplirse las promesas dadas a Abram (GĆ©n_13:14).

Se desconoce si Abram fue el primogƩnito de TarƩ, aunque es citado el primero en la lista entre sus hermanos (GƩn_11:26-27). Es posible que este primer lugar le haya sido dado por su llamamiento, como padre del pueblo escogido.

De HarĆ”n a CanaĆ”n habĆ­a la ruta de Damasco, que muy posiblemente tomara Abram al dirigirse al sur. TenĆ­a 75 aƱos al salir de HarĆ”n, y habitĆ³ 10 aƱos en CanaĆ”n antes de tomar a Agar como concubina (GĆ©n_16:3); cuando Agar tuvo a Ismael, Abram tenĆ­a 86 aƱos (GĆ©n_16:16). En consecuencia, el viaje de HarĆ”n a CanaĆ”n durĆ³ menos de un aƱo.

Durante los primeros diez aƱos de sus peregrinaciones en CanaĆ”n, Abram plantĆ³ sus tiendas en Siquem, donde Dios le prometiĆ³ aquella tierra para su descendencia. AllĆ­ edificĆ³ un altar a JehovĆ”. PasĆ³ despuĆ©s a Bet-el, donde erigiĆ³ otro altar, invocando el nombre de JehovĆ” (GĆ©n_12:6-8). Se desatĆ³ un hambre, y Abraham descendiĆ³ a Egipto, donde, temiendo por su vida, y faltĆ”ndole la fe entonces, dijo que Sarai era su hermana; por su belleza, fue llevada a la casa del FaraĆ³n, pero Dios la protegiĆ³, y Abraham y Sarai fueron expulsados de Egipto despuĆ©s de una reprensiĆ³n (GĆ©n_12:10-20). VolviĆ³ a CanaĆ”n, y plantĆ³ de nuevo sus reales en Bet-el, ante el altar que habĆ­a erigido antes (GĆ©n_13:3). Visto el gran incremento de sus riquezas en ganado, surgieron riƱas entre sus pastores y los de Lot, por lo que decidieron separarse. Abraham cediĆ³ a Lot el derecho de elegir a dĆ³nde dirigirse (GĆ©n_13:9), y Ć©ste eligiĆ³ el valle del JordĆ”n (GĆ©n_13:11). Abram entonces puso sus reales en el encinar de Mamre, en HebrĆ³n (GĆ©n_13:18), declarando JehovĆ” que le darĆ­a toda la tierra que podĆ­a ver, a Ć©l y a su innumerable descendencia (GĆ©n_13:14-17).

Abram morĆ³ en Mamre al menos 15 aƱos, quizĆ” 23 o 24. HabĆ­a entrado en alianza con unos prĆ­ncipes amorreos (GĆ©n_14:13). Junto con ellos, Abram emprendiĆ³ una expediciĆ³n guerrera contra Quedorlaomer y otros reyes coligados con Ć©l; Ć©stos habĆ­an invadido Sodoma y Gomorra, y las habĆ­an saqueado, y se habĆ­an llevado cautivos a sus habitantes, incluyendo a Lot. DespuĆ©s de su victoria sobre estos reyes y la liberaciĆ³n de Lot y de todos los demĆ”s, Abram rehusĆ³ tomar ni un hilo del despojo que le ofrecĆ­a el rey de Sodoma; no querĆ­a enriquecerse de tal procedencia (GĆ©n_14:23); pero recibiĆ³ la bendiciĆ³n de Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios AltĆ­simo, que saliĆ³ con pan y vino a recibirle: a Ć©l le dio Abram diezmos de todo. (vĆ©ase MELQUISEDEC) Dios se le revelĆ³ ahora como su escudo y gran galardĆ³n.

LamentĆ”ndose Abram de su falta de descendencia, Dios le confirma la promesa (GĆ©n_15:5). "Y [Abram] creyĆ³ a JehovĆ”, y le fue contado por justicia". Ɖsta es la primera menciĆ³n de la fe. A su pregunta de cĆ³mo iba a saber Ć©l que iba a poseer la tierra, Dios dispuso con Ć©l un pacto con sacrificio, como era la costumbre en Oriente (GĆ©n_15:9-10). Sin embargo, este pacto no fue confirmado por las dos partes, sino Ćŗnicamente por Dios (GĆ©n_15:17-21) al ser solamente Dios, bajo la apariencia de una antorcha de fuego, quien pasĆ³ entre los animales divididos, habiendo quedado Abram sobrenaturalmente postrado. AsĆ­, Dios se ligĆ³ incondicional y unilateralmente a Abram por este pacto.

TambiƩn se le dijo a Abram que su descendencia morarƭa en tierra ajena, donde serƭa afligida durante 400 aƱos.

Por sugerencia de Sarai, toma a su criada Agar, cohabitando con ella, y teniendo de ella un hijo, Ismael. Esto segĆŗn las costumbres de la tierra (vĆ©ase GĆ©n_16:2; cp. GĆ©n_30:3). Sin embargo, 13 aƱos despuĆ©s la promesa se verificarĆ­a. Los esfuerzos del hombre, tratando de cumplir por sĆ­ mismo la promesa, no cambian en absoluto el plan de Dios. Tenemos aquĆ­ una figura de la ley, esto es, el intento del hombre de conseguir la bendiciĆ³n mediante sus propios esfuerzos.

Dios se revelĆ³ luego a Abraham, ya de 99 aƱos de edad, como «el Dios Todopoderoso», nombre que indica que los recursos se hallan en el mismo Dios. Entonces cambiĆ³ su nombre de Abram por el de Abraham, debido a que iba a ser el padre de muchedumbre de gentes, o naciones. JehovĆ”, renovando su pacto con Abraham, le prescribiĆ³ el signo de la circuncisiĆ³n (que es una figura de la no confianza en la carne), y que puso en prĆ”ctica en el acto. TambiĆ©n cambiĆ³ JehovĆ” el nombre de Sarai por el de Sara, porque iba a ser una princesa, e iba a tener un hijo (Gn. 17).

Abraham acogiĆ³ a tres visitantes. DirigiĆ©ndose dos de ellos a Sodoma, el tercero (JehovĆ”) dijo: «¿EncubrirĆ© yo a Abraham lo que voy a hacer?» SegĆŗn Jua_15:14-15, aquĆ­ tenemos la clave de que Abraham sea llamado «el amigo de Dios» (2Cr_20:7; Isa_41:8; Stg_2:23). Dios le revelĆ³ Sus propĆ³sitos, y Abraham se vio con libertad para interceder por los justos en Sodoma, si los hubiera, en un nĆŗmero que va reduciendo hasta 10, pero como no los hay, Sodoma es destruida, y sĆ³lo Lot y sus hijas escapan al ser sacados de la ciudad por los Ć”ngeles (Gn. 18,19).

Al cabo de unos 15 aƱos, durante la infancia de Isaac, en Gerar, nuevamente Abraham hace pasar a Sara por hermana suya. Por intervenciĆ³n de Dios se evita que la inclusiĆ³n de Sara en el harĆ©n del rey de Gerar lleve al pecado, y Abraham es de nuevo reprendido, esta vez por Abimelec (GĆ©n_20:2).

Nace Isaac (GĆ©n_21:2), y surge un conflicto entre el que era tipo de la carne (Ismael) y el que era tipo del hombre espiritual (Isaac). Ismael es descubierto incomodando a Isaac, y Agar e Ismael son expulsados (GĆ©n_21:9-21; cp. GĆ”l_4:22-31). DespuĆ©s de varios incidentes con los hombres de Abimelec acerca de pozos abiertos por Abraham, hacen un pacto, y Abraham llama a su pozo Beerseba (GĆ©n_21:31), «pozo del juramento».

Habiendo ya crecido Isaac (el historiador judĆ­o Flavio Josefo le supone una edad de 25 aƱos), Dios prueba la fe de Abraham; le ordena que se lo ofrezca en holocausto. Abraham obedece, y si no hubiera intervenido la mano de Dios, hubiera dado muerte a su hijjo, creyendo «que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos» (Heb_11:19). DespuĆ©s de la muerte y resurrecciĆ³n en figura de Isaac, se confirma a Abraham la promesa incondicional de que en su simiente (que es Cristo) serĆ”n benditas todas las naciones de la tierra (GĆ©n_22:18; GĆ”l_3:14-18). Si alguno es de Cristo, simiente de Abraham es, y heredero, conforme a la promesa. Y esta promesa es firme a toda la simiente, no solamente a la que es de la ley, sino a la que es de la fe de Abraham, que es padre de todos nosotros los que creemos. (Rom_4:16.)

20 aƱos despuĆ©s, Sara muere a la edad de 127 aƱos. Abraham era tan totalmente un peregrino, que tiene que comprar un terreno de los hijos de Het para tener un sepulcro en la tierra (Gn. 23). Se tomĆ³ gran cuidado en que Isaac no contrajera matrimonio con las hijas de los cananeos, enviando a su siervo (posiblemente Eliezer) a su propia familia para conseguir una esposa para Isaac, convencido de que Dios enviarĆ­a a Su Ć”ngel, y darĆ­a Ć©xito a la misiĆ³n, que resultĆ³ en que Rebeca vino a ser la esposa de Isaac (Gn. 24). Abraham pasĆ³ alrededor de 38 aƱos en el Negev, despuĆ©s de la muerte de Sara, y se informa que tuvo otra esposa, Cetura, y varias concubinas, de las que tuvo hijos; a ellos les dio dones, y los enviĆ³ al Oriente, para que Isaac pudiera morar pacĆ­ficamente en la tierra prometida (Gn. 25). MuriĆ³ a la edad de 175 aƱos, y fue enterrado con Sara, en la cueva de Macpela. (VĆ©anse PACTO, FE, JUSTIFICACIƓN, SENO DE ABRAHAM, MARDIKH [TELL], NUZU.

(b) Su fe:

La religiĆ³n en la baja Mesopotamia, en el perĆ­odo histĆ³rico, es muy compleja y desarrollada, apartĆ”ndose de religiones tan degeneradas como el fetichismo, animismo, totemismo. En el panteĆ³n de los dioses de Mesopotamia se hallan los dioses del mundo, las divinidades astrales, los dioses de la naturaleza, y los dioses nacionales. El culto usaba templos, zigurats y un cuerpo sacerdotal, e incluĆ­a magia, astrologĆ­a y adivinaciĆ³n. Toda esta religiĆ³n estĆ” centrada en una mitologĆ­a poĆ©tica.

Sin embargo, la religiĆ³n de Abraham es totalmente diferente. Abraham creĆ­a en un Dios todopoderoso (GĆ©n_17:1), eterno (GĆ©n_21:33) y AltĆ­simo (GĆ©n_14:22); SeƱor y Creador de los cielos y de la tierra, dueƱo real y legĆ­timo de toda la creaciĆ³n (GĆ©n_24:3), Juez justo, administrador del mundo (GĆ©n_18:25). Abraham creyĆ³ a JehovĆ”, al Dios Ćŗnico que le habĆ­a llamado (GĆ©n_15:6; cp. Rom_4:3; GĆ”l_3:6); y lleno de fe en El, obedeciĆ³, adorĆ³ y mantuvo la honra a su Dios.

Para fortalecer la fe de Abraham, Dios empleĆ³ dos medios:

(A) Se le revelĆ³ de manera personal a fin de que, mediante tal revelaciĆ³n, Abraham aprendiera a conocerle (GĆ©n_12:1-3; GĆ©n_13:14-18; GĆ©n_13:15; GĆ©n_17:1-21).

(B) Puso en acciĆ³n la fe de Abraham, poniĆ©ndole en circunstancias en las que iba a tener que ejercitarla. Como ejemplo de ello, podemos ver la rotura de sus vĆ­nculos nacionales y familiares; las Ć©pocas de hambre y de riqueza; de lucha y de poder; la ansiosa espera del heredero, y la prueba suprema de la fe, por la que Abraham fue llamado a sacrificar a Isaac, el heredero de las promesas, su hijo tan amado.

(c) El pacto:

Toda la vida de Abraham se centra en el pacto que Dios celebrĆ³ con Ć©l; y es de tal importancia que supera al pacto en SinaĆ­ (GĆ”l_3:15-18). El pacto en SinaĆ­ tenĆ­a que ver con Israel; la promesa a Abraham con «todas las familias de la tierra», incluyendo tambiĆ©n, ciertamente, la promesa de la tierra a su descendencia fĆ­sica a travĆ©s de la lĆ­nea de la promesa a perpetuidad, por cuanto Israel iba a ser instrumento de salvaciĆ³n (cp. GĆ©n_12:3; Isa_49:7). Suspendida ahora en cuanto a Israel por la desobediencia de la naciĆ³n, verĆ” su cumplimiento final cuando en la restauraciĆ³n de todas las cosas, en los tiempos mesiĆ”nicos, Israel, convertida a Cristo, serĆ” reinjertada, siguiendo el sĆ­mil del apĆ³stol Pablo, a las prerrogativas del pacto (Ro. 11).

(d) TipologĆ­a:

La historia de Abraham en GĆ©nesis se divide en tres secciones:

(A) caps. 12-14, su vida y testimonio pĆŗblico, como llamado por Dios;

(B) caps. 15-21, su andar privado y domƩstico con Dios, ilustrando el crecimiento del alma;

(C) en los caps. 22 a 25 tenemos en tipo una secuencia profĆ©tica de acontecimientos: el sacrificio de Cristo (Gn. 22); la puesta a un lado de Israel por un tiempo (Gn. 23); el llamamiento de la novia (Gn. 24), y el final establecimiento de las naciones en bendiciĆ³n al final de los tiempos (Gn. 25).

(e) ConclusiĆ³n:

Abraham fue padre de Ismael, MadiĆ”n y de muchos otros grupos orientales. No es de asombrarse que grandes multitudes lo aclamen como padre en aquel inmenso territorio del mundo, y que haya numerosas tradiciones con respecto a Ć©l. Su vida es para el cristiano digna de la mĆ”s profunda atenciĆ³n, en vista de las maneras en que Dios se le revelĆ³, en vista tambiĆ©n de la formaciĆ³n de su carĆ”cter bajo las circunstancias en que Dios lo probĆ³. TambiĆ©n es digno de mucha atenciĆ³n como tipo de la vida del cristiano como peregrino y extranjero en esta tierra, buscando, como Abraham antaƱo, «la ciudad que tiene fundamentos, cuyo artĆ­fice y constructor es Dios» (Heb_11:9-10). (VĆ©anse PACTO, FE, JUSTIFICACIƓN, SENO DE ABRAHAM, MARDIKH [TELL], NUZU.

(f) Su historicidad:

Los crĆ­ticos destructivos han atacado la historicidad de la vida de Abraham con la peregrina razĆ³n de que no se hallan textos extrabĆ­blicos de aquella Ć©poca que apoyen la credibilidad de los escritos bĆ­blicos. Sin embargo, el procedimiento correcto ya para los escritos meramente histĆ³ricos, es su concordancia interna con el contexto histĆ³rico, arqueolĆ³gico y documental de la Ć©poca. Albright, una de las mĆ”ximas autoridades en arqueologĆ­a del Antiguo Testamento, ya en el aƱo 1926, demostrĆ³ que la evidencia arqueolĆ³gica concuerda con la pauta de vida afincada en ciudades y aldeas en los montes de Palestina en el perĆ­odo exigido por la Biblia para la Ć©poca de los patriarcas, alrededor de 2.000-1.800 a.C. En todo caso, el centro de CanaĆ”n estaba punteado por ciudades, y toda la evidencia arqueolĆ³gica sirve de esplĆ©ndido marco para la narraciĆ³n bĆ­blica, cosa bien difĆ­cil si todo ello hubiera sido invento de un redactor en el perĆ­odo del exilio o postexĆ­lico, como pretenden los crĆ­ticos. AdemĆ”s, los recientes descubrimientos de Ebla (Tell Mardikh), investigada por Paolo Matthiae y Giovanni Pettinato, dan adicional e importante evidencia no sĆ³lo de las condiciones histĆ³ricas, sociales, lingĆ¼Ć­sticas y culturales de la Ć©poca patriarcal, sino que se ha conseguido evidencia escrita, anterior a Abraham, de la existencia de las cinco ciudades de la llanura: Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboim y Bela (cp. GĆ©n_14:2), tenidas por los crĆ­ticos durante muchos aƱos como creaciones legendarias o semilegendarias de algĆŗn escriba del periodo babilĆ³nico. AdemĆ”s, tambiĆ©n se ha conseguido evidencia del uso del nombre de CanaĆ”n para la tierra de Palestina; los crĆ­ticos no creĆ­an que hubiera sido aplicado en fecha tan temprana. No hay razĆ³n alguna para rechazar la historicidad de los tempranos capĆ­tulos de la Biblia; no hay evidencia alguna en contra de ellos, aunque sĆ­ muchos ataques gratuitos, y toda la evidencia concuerda armĆ³nicamente con los registros bĆ­blicos.

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